Canciones Católicas para Misa

Para el Tiempo Ordinario de este verano, estaremos cantando el escenario de la Misa Herencia de las Misas Ordinarias.

Entramos ahora en el Tiempo Ordinario del Año Litúrgico. Sin embargo, lejos de ser nada especial, el Tiempo Ordinario refuerza el orden de la creación de Dios y nuestro lugar en ella. Las semanas numeradas del Tiempo Ordinario, de hecho, representan la vida ordenada de la Iglesia, el período en el que no vivimos nuestras vidas en fiestas (como en los tiempos de Navidad y Pascua) o en penitencia más severa (como en Adviento y Cuaresma) , sino en vigilancia y expectación de la segunda venida de Cristo.

La Misa también transmite un sentido de orden en el que cada parte del Cuerpo Místico de Cristo contribuye al todo. El sacerdote, en representación de Cristo mismo, conduce a su rebaño al altar celestial y, asistido por los diáconos y atendido por los monaguillos, es el instrumento de la re-presentación del gran y amoroso sacrificio de Jesús. El cantor y/o coro apoya al coro más grande de la congregación cantando aquellas partes de la Misa que pertenecen al pueblo (“Gloria”, “Señor, ten piedad…”, las Respuestas del Salmo, Santo, Santo, el Padrenuestro, Cordero de Dios, así como respuestas selectas en diálogo con el Sacerdote e himnos) y aquellas partes en las que el pueblo escucha activamente: los Propios de la Misa: las Antífonas de Entrada, Ofertorio y Comunión.