Coroncina Divina Misericordia

Las formas de devoción a la Divina Misericordia transmitidas a través de Sor Faustina son:

Veneración de la imagen de Jesús Misericordioso;

la Fiesta de la Misericordia;

la Coronilla a la Divina Misericordia;

la Hora de la Misericordia;

la difusión del culto a la Divina Misericordia;

El Apostolado de la Divina Misericordia.

Divina Misericordia

La fama de su santidad creció junto con la difusión del culto a la Divina Misericordia y las gracias obtenidas por su intercesión. El 22 de febrero de 1931, sor Faustina escribe en su diario: «Por la tarde, estando en mi celda, vi al Señor Jesús vestido con una túnica blanca: una mano levantada para bendecir, mientras la otra tocaba la túnica sobre mi pecho, del que de allí salían dos grandes rayos, uno rojo y otro pálido. [...] Jesús me dijo: "Pinta una imagen según el modelo que ves, con la inscripción debajo: ¡Jesús, en Ti confío! Quiero que esta imagen sea venerada [...] en todo el mundo. Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá. […] Quiero que la imagen […] sea solemnemente bendecida el primer domingo después de Pascua: este domingo debe ser la Fiesta de la Misericordia.”[ 7]

El Papa San Juan Pablo II escribió una encíclica: Dives in Misericordia, la segunda de su pontificado (1980), enteramente dedicada a la devoción aprendida de la humilde monja polaca y fue él quien la proclamó santa el 30 de abril de 2000. En en esa ocasión el Papa instituyó por primera vez la Fiesta de la Misericordia, a celebrarse cada año el primer domingo después de Pascua.

Coronilla de la Divina Misericordia

El mismo tema en detalle: Coronilla a la Divina Misericordia.

En una revelación privada en 1935, Jesús supuestamente le pidió a Sor Faustina una forma particular de oración conocida como la "Coronilla de la Divina Misericordia". La misericordia de Dios, la gracia de la conversión y el perdón de los pecados, especialmente en la hora de la muerte, habrían sido concedidos al alma que hubiera rezado la coronilla de la misericordia divina[8]: «Mi misericordia envolverá en la vida y especialmente en la hora de la muerte las almas que recen esta coronilla»[9].