Saved by the Paradox

En este juego el usuario controla una puerta que separa dos cámaras que contienen un gas. A medida que las partículas se acercan a la puerta situada en la parte intermedia, el jugador debe abrirla y cerrarla rápidamente para permitir que solo las partículas rápidas pasen en una dirección y que solo las partículas lentas pasen en la otra. Haciendo esto, el jugador crea una diferencia de temperatura entre las dos cámaras (¡generando, consecuentemente, una reducción en la entropía del gas!).

Dicha diferencia es después utilizada como fuente de energía para propulsar un coche. ¡Este coche debe llegar a la meta pasando por una carretera repleta de obstáculos —lápidas y barriles que reducen su velocidad— y premios —rubíes— antes de que el monstruo lo alcance!

El juego está basado en la paradoja del demonio de Maxwell, postulada en 1867 por el físico escocés James Clerk Maxwell. La paradoja, formulada como un experimento mental, propone una posible violación de la segunda ley de la termodinámica, causada por un ser diminuto —el demonio— que puede medir la velocidad de las partículas en un gas y decidir si abre o cierra la puerta para separar las rápidas de las lentas. Debido a la naturaleza cinética de la temperatura, como resultado de sus acciones el demonio causa un calentamiento de una de las cámaras y un enfriamiento de la otra. Este proceso, además, reduciría la entropía total de los gases contenidos, en una aparente violación de la segunda ley de la termodinámica.

Esta paradoja abrió la puerta a la interpretación estadística de esta segunda ley y promovió un acercamiento entre la termodinámica y la teoría de la información.

Saved by the Paradox es una aplicación desarrollada por la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona, dentro del proyecto de movilidad de la UB.