APOCRIFOS

LIBROS APOCRIFICADOS

¿Qué son los libros apócrifos?

Los libros apócrifos son libros que no forman parte de la lista oficial de la Biblia. Los libros apócrifos pueden tener valor histórico y moral, pero no fueron inspirados por Dios, por lo que no se utilizan para formar doctrinas (enseñanzas fundamentales). La Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa aceptan algunos libros apócrifos como parte de la Biblia.

"Apócrifo" proviene de una palabra griega que significa "oculto". La Biblia tiene 66 libros que todas las iglesias aceptan como inspirados por Dios. A lo largo del tiempo, también se han escrito varios otros libros relacionados pero sin inspiración. Estos libros se llaman libros apócrifos, porque no son parte de la Biblia (fueron "escondidos" de la Biblia, para evitar herejías y confusiones).

Vea más sobre los libros de la Biblia aquí.

Los libros apócrifos pueden tener información interesante y útil, pero también tienen enseñanzas dudosas que contradicen el resto de la Biblia. Algunos tienen historias fantásticas y errores históricos. Sus enseñanzas no tienen el mismo valor que la palabra de Dios (2 Pedro 1:16). Por tanto, no se publican junto con la Biblia. No es bueno mezclar la verdad con el error.

¿Qué libros apócrifos acepta la Iglesia Católica?

La lista de libros apócrifos aceptados por la Iglesia Católica es:

Tobias

Judite

La sabiduría de Salomón

Eclesiástico

Baruc (y la carta de Jeremías)

1 y 2 Macabeos

Extractos agregados a Esther

Extractos agregados a Daniel

Estos libros se llaman "Deuterocanónicos" en la Iglesia Católica, porque solo fueron aceptados oficialmente como inspirados divinamente en 1546 DC. Todos estos libros apócrifos pertenecen al Antiguo Testamento y no son aceptados por los judíos como inspirados por Dios.

Además de estos libros, la Iglesia Ortodoxa normalmente acepta:

1 y 2 Esdras

La oración de Manasés

3 y 4 Macabeos

Salmo 151

¿Cómo se eligieron los libros oficiales de la Biblia?

En el siglo IV había muchos libros en circulación en las iglesias, pero no todos eran auténticos. Para evitar herejías y enseñanzas contradictorias, la iglesia primitiva decidió investigar mucho para decidir cuáles eran auténticas (1 Tesalonicenses 5:21).

Los líderes de la iglesia y los eruditos cristianos se reunieron en concilios e investigaron cada libro. En la Biblia solo se incluyeron libros con pruebas sólidas de autenticidad, y se omitieron los libros que dejaran dudas.

Ver también: ¿quién escribió la Biblia?

Los libros apócrifos aceptados por la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa no fueron aceptados como divinamente inspirados por estos concilios, sino que eran libros populares, considerados útiles. Eran un poco como los libros que muchos cristianos escriben hoy: esclarecedores, pero no tienen la misma autoridad que la Biblia.