Cuidado Integral al Adulto Mayor

“Cuidar de aquellos que nos han cuidado no es un deber, es un HONOR”

Este curso tiene por objetivo entregar conocimientos que permitan desarrollar comportamientos, habilidades y competencias para cuidar a las personas mayores que tienen limitaciones físicas, psíquicas y sociales que les impide realizar las actividades de la vida diaria por sí solas y satisfacer por sí mismas todas sus necesidades, de esta forma hacer más llevadera la labor humana de “cuidar”.

A medida que envejecemos se van produciendo cambios que hacen de la persona mayor, una persona vulnerable y susceptible de llegar a tener cierto nivel de dependencia.

Las personas mayores en algún momento de su vida van a presentar perdida de la capacidad física, psíquica e intelectual necesitando asistencia o ayuda importante para realizar las actividades de la vida diaria (comer, caminar, asearse, vestirse, bañarse, ir al baño) y/o instrumentales (usar el teléfono, comprar, preparar la comida, tareas domésticas, utilizar el transporte, tomar sus medicamentos, administrar dinero, salir a la calle).

Para cuidar a las personas mayores es necesario tener una capacidad humana alta para respetar la dignidad del “otro” a quien se está cuidando, ya que presentan dificultad para levantarse, vestirse, deambular, entre otras; siendo importante mantener la autonomía de esa persona mayor.

Esta labor de cuidar, es profundamente humana, representa una gran oportunidad en la vida de quienes lo hacen; oportunidad para expresar el cariño por los padres, oportunidad para restablecer lazos perdidos.

El cuidar constituye una expresión profundamente humana: vernos reflejados en el “otro”, es decir, vernos reflejados nosotros mismos, los adultos mayores del mañana, en la persona mayor que cuidamos hoy. De esta forma estaremos más cerca de cuidar al “otro” cómo me gustaría que me cuidaran a mí el día de mañana.

La tarea no es fácil. La familia se enfrenta, con un padre, madre, abuelo o abuela, profundamente deteriorado(a). La familia debe entonces enfrentarse a una tarea nueva y desconocida. Se produce un cambio de roles, los padres necesitan ser cuidados por sus hijos. Los hijos se ven sobre demandados, ya que a su vez tienen hijos de quienes ocuparse.

Actualmente las condiciones de las familias no son las más óptimas para ocuparse de los padres: casas pequeñas, mujeres que pasan gran parte del tiempo en el trabajo, problemas con los hijos, especialmente adolescentes, por mencionar algunas dificultades. Esta realidad tensiona a la familia, la que debe hacer ajustes en su organización para atender a la persona mayor y al mismo tiempo mantener su equilibrio.