Libro del Departamento de Filosofía y Lógica sin Red
El arma más grande del engañador es el engaño y el fraude, es decir, su hábito de adoptar argumentos torcidos e hipócritas y abandonar los rectos. Y cuando una persona prefiere esa hipocresía y se precipita a ella, por el egoísmo y el amor propio en su naturaleza, ya que no tiene mayor humillación que verla rota y humillada, y porque es conocido por su tendencia al engaño y la intriga, y por lo que le rodea que el camino es recto, los argumentos y sus correctos son más angostos, y el camino de los argumentos torcidos y su mentiroso es la mayor arma del engañador, que es engaño y fraude, i. Y cuando una persona prefiere esa hipocresía y se precipita a ella, por el egoísmo y el amor propio en su naturaleza, ya que no tiene mayor humillación que verla rota y humillada, y porque es conocido por su tendencia al engaño y la intriga, y por lo que le rodea que el camino es recto, las pruebas y sus verdaderas son más angostas, y el camino de los argumentos torcidos y sus falsos es más ancho; Este patrón de argumentos hipócritas y camuflados debe ser examinado para determinar su naturaleza y luego determinar las formas de refutarlos. Eso es porque todo el que se apoya en argumentos camuflados nos impone dos opciones: o mostramos dónde está la falacia y le cortamos la conversación; O lo igualamos en eso y trabajamos para confrontarlo y criticar su falacia. Mientras esto sea así, se ha hecho evidente la importancia del conocimiento de las falacias para poder refutarlas y confrontar los diversos métodos de engaño y engaño. El crítico de falacias debe estar familiarizado con los orígenes y controles de la industria, y poseer capacidades analíticas y de evaluación que le permitan adquirir los diversos mecanismos de presentación y objeción. Quien lo conozca y actúe en consecuencia, logrará definir las falacias que lo engañan, y tal vez revertirlo en su contra, y volver el argumento en su contra. Y si el que ignora la ley no tiene excusa, entonces el que ignora estos trucos o falacias es más digno de ser vencido y derrotado. Quien haya dominado este tipo de argumentación y dominado sus métodos, la victoria será su aliada, tenga o no razón en ello.