ESSAYS OF SCHOPENHAUER

Cuando se le preguntó dónde le gustaría ser enterrado, Schopenhauer dijo: "En cualquier lugar; me encontrarán", y la lápida en Frankfort solo dice "Arthur Schopenhauer", sin siquiera su fecha de nacimiento o muerte. El pesimista Schopenhauer tenía la convicción suficientemente optimista de que su mensaje al mundo finalmente sería escuchado, una convicción que nunca le falló a lo largo de una vida de desilusiones, de abandono en lugares donde tal vez hubiera apreciado más; una convicción que sólo se manifestó parcialmente unos años antes de su fallecimiento. Schopenhauer nunca rehuyó expresar su confianza en sí mismo. No era ni oportunista ni conciliador.

Los ensayos de esta colección tienen un interés, si no del todo separado unos de otros, al menos de un interés lo suficientemente independiente como para permitirles ser considerados por sus propios méritos, sin relación con la idea principal de Schopenhauer, a pesar de que todo lo que escribió fue escrito más o menos como evidencia para apoyar su principal tesis filosófica, su principio filosófico unificador. Y si uno puede disociarlos por un tiempo (¡su autor difícilmente lo hubiera permitido!), uno siente como si estuviera entrando en un área de crítica donde las opiniones difícilmente pueden diferir. Este consenso sobre su pensamiento es falso; es uno de los filósofos que con más frecuencia es maltratado y con frecuencia ha sido explicado y desacreditado a fondo.